viernes, 4 de mayo de 2018

ASAMBLEAS DIALÓGICAS (CAPÍTULO I)


Llevo un tiempo sin traeros ninguna actuación educativa de éxito de las que se desarrollan en las aulas de nuestro colegio así que en esta ocasión os invito a conocer cómo gestionan la resolución de conflictos, pero me temo que vamos a tener que hacerlo en varias entregas, porque el asunto se las trae y merece la pena detenerse un poco.

Una de las señas peculiares del centro es la manera en que aborda los conflictos que se dan en el mismo. En el CEIP Mario Benedetti se emplea el modelo comunitario o dialógico de resolución de conflictos. Este modelo viene avalado por un respaldo científico, tanto pedagógico, como psicológico, como sociológico, que os invito a descubrir pero que se resume así, a grosso modo, y discúlpenme los versos en la materia por la simplificación, en una búsqueda de la prevención y tratamiento de los conflictos que involucra a toda la comunidad a través de un diálogo igualitario que incluye a todos los participantes e invita a la creación de soluciones constructivas y compartidas y desde un clima de colaboración y respeto.

Esta modelo es imprescindible si partimos de una concepción de la escuela como realmente inclusiva y más aún si los estudios científicos demuestran que a mayor incremento de la convivencia mayor es el aumento del aprendizaje. ¿Recordáis que ya vimos con anterioridad, en la entrada de grupos interactivos, cómo la solidaridad dispara el aprendizaje? Todo está interrelacionado.

La literatura científica también nos muestra evidencias de una serie de actuaciones que se trabajan desde el centro y mejoran la convivencia como son:

- Los grupos interactivos: puesto que en la medida en que en un grupo crecen y mejoran las interacciones, crece la cohesión del grupo y se generan mayores relaciones y de mejor calidad.

- Las tertulias dialógicas: porque el compartir y construir conocimiento colectivamente, desde el análisis de un texto, pero desde sus propias vivencias y experiencias, a través de ese diálogo igualitario, que implica e incluye a todos, inevitablemente también contribuye a un mejor clima.

- Las comisiones mixtas de convivencia, el consenso de normas y por supuesto, las asambleas dialógicas de resolución de conflictos.

He tenido oportunidad de asistir a este tipo de asambleas a dos niveles, por un lado está la Asamblea de Convivencia y por otro lado las Asambleas de clase.

Vamos por partes:

Aproximadamente cada mes, en función de las necesidades de funcionamiento del cole, se reúnen todos los representantes de cada clase en esta asamblea de convivencia donde dialogan sobre conflictos, desacuerdos o desavenencias que surgen en la dinámica diaria del centro.



En la asamblea a la que tuve ocasión de asistir, se debatía una nueva manera de reordenar el patio de primaria, pues los más pequeños, en aras de su seguridad, no podían disfrutar de las pistas de fútbol y en anteriores asambleas habían manifestado su disconformidad. Ante semejante testimonio de malestar surgió la necesidad de encontrar una solución. Habían solicitado a dirección que elaborara una sugerencia de reordenación, y en esta sesión se valoraría y se decidiría su puesta en práctica o no.

Pedro, en representación del equipo directivo, presentó la propuesta y se aseguró de que todos los presentes la entendían. Hasta ahí su papel, cumplida esa misión solo se limitó a dar la palabra, algún toque de atención o reconducir las intervenciones, pero el resto de la sesión fue de los chavales. En orden, con respeto, atendiendo y escuchando las opiniones de todos, dando ideas, ofreciendo soluciones.

Hubo que replantear la organización, según revindicó rauda y hábil la delegada de 3º, puesto que a la hora de diseñar los turnos de disfrute de la cancha de futbol, no se había tenido en cuenta el día en que iban a la piscina.

Los representantes de 1º y 2º preguntan por qué ellos solo podían hacer uso de las pistas un día. Con igual orden y respeto se les contesta que es la primera vez que se hace, que se va a probar, ver cómo resulta y en cualquier caso, siempre se puede volver a replantear.

La delegada de 6º comenta que a sus compañeros no les va a gustar la idea. Como están próximas las olimpiadas (esta reunión fue previa a las mismas) y los alumnos que compiten en fútbol están practicando, necesitan hacer mayor uso de las instalaciones. Se les sugiere que modifiquen el horario para que puedan practicar más tiempo aunque luego tendrán que “devolver” ese tiempo “prestado” a los compañeros tras las olimpiadas. La representante indica que la parece justo y que lo trasladará a su aula.

Impacta mucho ver a chicos y chicas de entre 6 y 12 años defendiendo sus ideas en pos de ese bien colectivo, con tanto aplomo, sin miedo, sin vergüenza, sin coacción, con madurez y compromiso, sopesando pros y contras, poniéndose en el lugar de sus compañeros y tomando decisiones serias y fundadas, que les atañen y les afectan.

Todo esto nace de este clima de diálogo, ese espacio generado para ello, en el que se les muestra que son capaces de decidir por sí mismos qué es lo mejor para ellos, que sus aportaciones son valiosas y mejoran su aula y su centro y que las cosas que no les gustan, cuando emplean la fuerza de los argumentos, se pueden cambiar. Ellos pueden transformar su realidad, pero no como lema o ideal sino como realidad, es parte de su aprendizaje.

Os adjunto a modo de ilustración, los acuerdos alcanzados en dos de las últimas asambleas. 





Daros cuenta del valor que tienen: podrían ser un listado de normas para el uso, disfrute y buena convivencia en el patio de cualquier colegio, pero no es eso. Es un listado de compromisos, es una serie de acuerdos que nadie les ha impuesto, han surgido de sus necesidades, en su día a día, en su convivencia. Son sus sugerencias para resolver sus problemas, son soluciones pactadas. Nadie tendrá que obligarles a cumplirlas, no hay castigos por incumplimiento. Ellos y ellas están legitimados para hacerlas cumplir y están obligados a su cumplimiento, por imperativo categórico, porque han nacido de su compromiso a través del diálogo.

Hay un segundo y muy importante nivel de prevención y resolución de conflictos que se desarrolla a nivel de clase: las asambleas dialógicas de aula, pero por no saturaros, eso será ¡en una segunda y próxima entrega!

¡Hasta entonces!

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