domingo, 27 de mayo de 2018

Tarde de ciencia


El tiempo nos dio tregua el viernes para que nuestros científicos pudieran desplegar todos sus instrumentos y conocimientos y nos hicieran disfrutar de su ingenio y creatividad. Pudimos pasar en rotación por cinco experimentos diferentes y espectaculares:

- Electricidad electroestática:

Crearon un átomo con la participación estelar de Don Protón, Doña Electrona y Doña Neutrona, hicieron carreras de latas con globos, movieron papelitos, encendieron una bombilla fluorescente con una bola de plasma de Tesla, que además reacciona con la voz... Ya sabéis, magia. Algo explicó nuestra intrépida científica y su joven ayudante del fundamento científico que lo explicaba, pero como llevaba puestos mis ojos de niña, sólo disfruté...

- Las ondas y la música

Nuestra encantadora guía nos transportó por la magia de las ondas.

Nos mostró distintos tipos de diapasones y el sonido que emitían en función de su altura.

Conocimos un curioso instrumento que simulaban el sonido del mar.

Y nos hizo una demostración del sonido que producían diferentes cuencos tibetanos deslizando un martillo por la superficie. Nos mostraba la fuerza de la vibración que se producía, que hasta hacía levantarse el agua que contenía.

Y sobrepasado el primer momento de asombro, cómo disfrutaban los pequeños científicos con la percusión.

Nos explicó además el funcionamiento del oído humano ilustrándolo con una caracola.

- Los bichos de la charca

Nuestra tercera científica y naturalista traía la maleta más curiosa, llena de tubos de ensayo, eppendorf, microscopios, lupas y portaobjetos llenos de cosas extraordinarias.

Nos encantó a pequeños y mayores porque no estamos acostumbrados a poder manipular este tipo de instrumentos, pero menos aún a poder ver aumentados de esa manera anisakis, pulgas de agua, pupas de larvas de la podredumbre, verdín de la charca, patas de insectos, drosófilas y mil pequeñas maravillas más.

La joven concurrencia ávida de conocimientos pedía más y más. Para la próxima, esta actividad tendrá que ir precedida de una expedición para la nueva recogida de muestras...

- Taller de mezclas (slime)

Este fue el que más éxito tuvo entre la joven concurrencia, según la encuesta demoscópica que pudimos realizar a posteriori... No hay nada como mezclas asquerosas y pegajosas que además te puedes llevar a casa para robar el protagonismo al resto de experimentos. No sé qué contó nuestro investigador sobre polimerización y demás fundamentos, pero vamos, que todos encantados y los niños deseando hacerlo en casa.

- Taller de mezclas (volcanes)

No puede haber un taller de experimentación de reacciones químicas sin el archifamoso volcán de vinagre y bicarbonato, pero explíqueme usted cómo se lo fundamenta a una joven audiencia de 3, 4, 5 años... Aquí nuestra científica loca hizo un despliegue de originalidad y simpatía para conquistarlos a todos. Alguno se quedó un poco inquieto con aquello de que la levadura estaba viva y era un hongo y no le quitaba ojo al vaso que la contenía, pero eso sí: todos mezclaron, todos tocaron, todos participaron y lo pasaron fenomenal.

Gracias a esas mamás y papás, que con sus originales ideas y su cariño construyeron una tarde mágica y muchísimas gracias a todos los participantes por su entrega y su fidelidad y además porque lo pasamos fenomenal, nos divertimos mucho y aprendimos un montón.

Ya hay ideas para una nueva entrega, el curso que viene sin duda ¡MÁS!













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