Si usted se da un paseo por el
colegio Mario Benedetti, una de las primeras personas con las que probablemente
se encontrará sea Pedro. Lo primero que le llamará la atención será su sonrisa
amable, abierta y sincera y unos ojos llenos de entusiasmo e ilusión. Su
expresión corporal entera irradia calidez y confianza, verá usted cómo lo nota.
Esta es la persona encargada de transmitir el amor a la música en el colegio. Igual
tiene suerte y le permiten colarse en una de sus clases, pero le adelanto mi experiencia:
Cuando entré por la puerta nadie se inmutó, Pedro me dedicó un saludo y siguió
concentrado en la actividad: Un desordenado mosaico de chavales avanzando y
retrocediendo por un damero que sólo ellos veían al son de determinados
instrumentos en una clave que imagino que previamente habían acordado. Los
alumnos totalmente absortos y disfrutando de la actividad, se podía ver en sus
caras sonrientes.
Este es el día a día de Pedro
Francisco Nieto profesor en el CEIP Mario Benedetti desde el 1 de Septiembre de
2008, el de una persona con una motivación, capacidad y energía especial. Se
hace responsable del Coro del colegio a partir del año siguiente a su entrada
(curso 2009/2010), actividad a la que asiste el alumnado de todos los cursos
juntos y preparan piezas musicales que muestran en dos conciertos anuales,
donde se ve el trabajo en equipo y el cuidado mutuo que se brindan entre todos
y cada uno de los participantes. Los ensayos los hacen fuera del horario
escolar.
Además y también fuera del
horario escolar, imparte clases gratuitas al alumnado de violín, guitarra, piano,
percusión... haciendo llegar la música a los rincones de todas las casas que
disfrutan y quieren aprender música, haciendo de esta disciplina un bien que
pueda llegar a todo el mundo (no solamente a los que tienen recursos
económicos) y haciendo gala de su generosidad y su amor a la música y a los
peques.
Asume la Secretaría del Centro
desde el 1 de Julio de 2012, haciendo que los trámites que debemos hacer las
familias sean livianos, facilitando en todo momento las gestiones y resolviendo
cualquier duda con una gran sonrisa.
No conforme con estos proyectos y
debido a su compromiso con la mejora de la educación y sus inquietudes pedagógicas,
se enrola en el proyecto LÓVA (en colaboración con el Teatro Real) desde el curso
12/13, lo cual supone un reto que asume con ilusión utilizando esta herramienta
educativa que abre el aula a las emociones, a la imaginación, al esfuerzo
compartido y al descubrimiento y aceptación de todas las capacidades, haciendo
que niñas y niños vivan de forma individual y colectiva la emoción del
aprendizaje a través de la creación de una ópera.
Por todo lo anterior mencionado,
no es de extrañar ver a Pedro como un gran profesional, con una gran capacidad
de trabajo, que contagia su ilusión y buen hacer a toda persona que esté a su
lado.
Pedro es un pilar muy importante
en nuestra comunidad y esta es la exposición de motivos con la que argumentamos
la presentación de su candidatura a los premios al compromiso educativo Julio
Pérez 2017.
Fue nuestro gran finalista en la
categoría de profesorado y aquí os traemos sus palabras:
Pedro, enhorabuena por tu candidatura. Desde el centro se lanzó con
mucha ilusión ¿Qué pensaste cuándo te contaron que habías sido nominado? ¿Cómo
te sentiste?
Pues la verdad es que fue una
sensación un tanto extraña. Claro, es la primera vez que me han nominado para
un premio de este tipo, y la verdad es que, sinceramente, muy emocionado y muy
agradecido. Es la única palabra, de verdad, que tengo. Para mí, más que el premio
es eso: que la gente piense en ti, es esa sensación de sentirse arropado, de
sentirse querido. Así que muy muy ilusionado, la verdad es que sí.
Con estos premios se busca el reconocimiento al compromiso educativo,
con todo lo que estas dos palabras implican, y en tu trabajo lo vemos
reflejado. Por ejemplo, tu implicación en el proyecto LOVA trasciende lo
profesional. Es un compromiso con la educación, pero de esa que supera los
muros del cole y dota a tus alumnos de alas para volar hasta donde ellos quieran
llegar. Y es un compromiso con todos y cada uno de los niños, con sus
peculiaridades, con sus potencialidades, con aquello que los hace especiales y
diferentes. O las clases gratuitas y el coro fuera de horario escolar, dan
muestra de una gran generosidad y de tu amor a la música y a su valor... ¿Qué
es lo que te mueve a trabajar de este modo? ¿Qué te inspira?
Bueno, a ver, lo primero son,
está claro, los alumnos. Eso, es lo que fundamenta, sobretodo, todo mi trabajo.
Yo soy una persona que siempre
estoy en constaste evaluación con migo mismo y me gusta mucho volver a casa y
pensar: —A ver, qué puedo mejorar aquí, que tal ha salido —siempre he sido muy
de este estilo en mi trabajo.
Entonces, bueno, en cuanto a
LOVA, lo que habláis aquí del proyecto, hay una frase que está en la página web
de LOVA, que explica un poco en que consiste el proyecto y dice: —Te vamos a
dar un consejo, no lo hagas.
Sí que es verdad que es un proyecto
que requiere mucho trabajo. Requiere mucha especialización también, porque al
final tienes que saber mucho de las diferentes profesiones: tienes que saber
tanto de parte artística, como de parte organizativa, como de parte de guión.
De hecho, he tenido que hacer
muchos cursos de especialización en eso. Pero es verdad que es un proyecto que
cambia el colegio. Cambia la vida escolar. Los niños que salen, yo siempre lo
digo, llevan la impronta LOVA. Tú ves una clase que ha hecho LOVA y se les ve,
llevan su sello.
Pero realmente, ¿qué me mueve a
hacer este trabajo? a pesar de todas las dificultades, de todo el trabajo: Que
yo pienso que yo gano.
Yo soy el primero que salgo
ganando con eso porque la música tal y como está ahora concebida, es muy
poquito tiempo. Son tres cuartos horas a la semana y también, nosotros los
músicos, decimos: —es que la música, no se le da valor —pues vamos a dárselo nosotros.
Yo creo que si una persona no le da el valor que merece, no les puedes pedir a
los demás que digan el valor que tiene esa asignatura.
Yo, cuando llegué aquí, al
colegio, que fue mi primer destino definitivo, fue lo que también me planteé. Es
decir, para mí la música es mi pasión y es mi vida y es lo que yo quería
transmitir. Y lo que quiero transmitir. Y entonces dije: —bueno ¿cómo lo
planteamos?
Nada más llegar planteé lo del
coro. El coro, desde que estoy yo, está en funcionamiento. Y sí que es verdad que
también, volviendo al principio, ganamos. ¿Por qué? Porque la música es algo muy
práctico y con todo este tipo de proyectos, de actividades, al final, en la
clase de música se nota y mejoran. Cantan más, cantan mejor, viven más la
música, conocen más cosas. Y ese es el objetivo final que yo persigo con todo
esto.
Y en cuanto a la parte del coro
que me comentabais aquí: Lo primero de todo, la ley ahora indica que se tiene
que favorecer la creación de coros. Y claro, es por lo mismo. Al final, pues
mira, para mí, entre tener trabajo en casa de diseñar programaciones o estar
con un coro, yo prefiero el coro. Al final hay que hacer las dos cosas y es un
poco más de trabajo, eso sí que es verdad, pero bueno, luego es una carga de
trabajo que tampoco conlleva tanto. Si ya has dirigido coros, ya sabes de esto,
al final diseñar no te cuesta, o te cuesta menos. Es una actividad en que yo ya
elijo las canciones, nos reunimos cada quince días y también es una forma para
los alumnos del centro de encontrar su sitio.
Sí que es verdad que en el coro,
desde el primer momento yo dije que no hacía prueba de selección. Todo el mundo
se asustaba. No, es verdad, en muchos coros, sí que es verdad, se oye: —pues
venga, necesitamos estas voces para el coro. —No, no. Aquí todo el que le guste cantar
puede entrar, y es lo suyo: ofrecer algo más, un espacio más a los niños que
les gusta cantar, porque es lo que ellos hacen. Si ellos supieran ajedrez, pues
también se les ofrecería ajedrez, o lo que fuera.
Sí, me enrollo un poco, ya. En
cuanto hablo de LOVA...
Mucho talento, mucha vocación y mucho trabajo para ser un maestro de
nota. De esos que cuando vas a una entrega de premios en un instituto, los
alumnos que estuvieron contigo te ven y te abrazan con una sonrisa y enorme
cariño. ¿Cómo lo haces, Pedro? ¿Qué consejo darías a un maestro recién
graduado?
Bueno, pues, vamos a empezar por
el final.
Porque a ver, quizá esta pregunta
de mucho talento... yo no me veo así. Soy una persona que me gusta crecer
trabajando. Yo creo que más que talento, las cosas se consiguen trabajando.
Tengo una profesión muy intuitiva,
que siempre está cambiando. No es como trabajar en oficina, que siempre es el
mismo papel. Para el secretario, las matrículas siempre son lo mismo. Aquí, sí
que es verdad, dependiendo de cada niño, cambian las cosas. Muchas veces, uno
se llega a plantear: —oye, si hubiera hecho esto así con este alumno. —Es una
pregunta clave.
Y ese es el mayor consejo que le
daría a la gente que acaba de aterrizar.
Lo primero, que ame su profesión
porque desde luego es la profesión más bonita que puede tener. Es una profesión,
de verdad, genial.
Y lo segundo que no se conformen,
que no se queden con lo primero, con lo que les enseñan en la universidad, con
lo que ven... Es decir, que no tomen nada como dogma, que abran mucho la mente
y entonces que vean, prueben diferentes cosas y que lo que a ellos les funcione
que sea lo que apliquen. Sin dejar de lado, también, que si encuentras otra
cosa que te funcione mejor, pues aplícala.
Ese es el consejo que yo les
daría. Y que aprendan de todo. De todo y de todos. Cualquier maestro de música
que se encuentren, pues de todos se puede aprender algo. Yo he aprendido mucho
de mucha gente que he tenido la suerte de encontrarme en mi camino. Y, ahora
voy a enlazar esto con la primera pregunta que me has hecho:
Pues mira, yo he tenido la enorme
suerte de conocer a una persona que es Bernabé Tierno. Fue un gran pedagogo. Una
vez estuve en una ponencia suya dedicada a equipos directivos. Yo todavía no
era equipo directivo, pero bueno, como sobraba una plaza en el colegio en el
que estaba en aquel momento, me invitaron y yo dije: —pues yo voy encantado —a mí
esto me gusta mucho.
Pues este hombre se dirigió a un
público, todo de equipos directivos, y les comentó: —Seguro que cada uno de
ustedes puede pensar en su maestro preferido. Seguro que si cierran los ojos,
se acuerdan de algún profesor especial que tuvieron en primaria. —Cerró los
ojos, y les dijo: —pues señores míos, ustedes tienen que ser esa persona.
Piensen porqué se acuerdan de él.
Para mí eso, esa es una máxima
que intento llevar todos los días. Entonces, me intento acordar de mi profesor,
Don Francisco, que era mi profesor favorito. Pienso qué hacía él para que yo me
acuerde tanto. Y fíjate, era un señor muy mayor, era un señor súper mayor pero jugaba
con nosotros en el patio, era una persona siempre súper amable con nosotros. Era
muy mayor y muy inteligente: escribió muchos libros, con el tiempo lo descubrí,
con su pedagogía, espiritualidad y la verdad es que era una persona muy afable
con nosotros. Y esa afabilidad que tenía con nosotros, yo la intento
transmitir. Era muy buen hombre.
¿Qué es lo más difícil de tu trabajo? ¿Merece la pena?
Lo más difícil... A ver tiene
muchas cosas difíciles. Siempre.
Quizá, para mí, lo más difícil es
intentar no caer en la rutina. Porque, de verdad, es un trabajo que se puede
prestar mucho. Al final uno hace un trabajo anual, bianual si acaso. En música
es un trabajo más continuo, durante seis años. Pero sí que es verdad que
vuelves a tres años, o vuelves a primero, y es que es...vuelta a empezar con lo
mismo... Y se puede convertir en un trabajo muy rutinario y puedes caer en eso
de decir: —otro año más, sigo haciendo lo mismo. —Para mí eso es lo más
difícil. Intentar tener la mente preparada para no caer en la rutina y que
aunque sea volver a empezar y volver a trabajar con lo mismo, los alumnos son
diferentes, las cosas han cambiado, los tiempos cambian.
Y la segunda pregunta no me
acuerdo ya.
Si merece la pena
Por supuesto, por supuesto que
merece la pena
Aunque en parte ya nos has contestado ¿Y la parte que más te gusta?
También ver antiguos alumnos que
se acuerdan de uno.
Y ver cómo la música, en este
colegio, ha cobrado un papel fundamental. Ahora todos los niños están deseando
hacer la ópera, Todos los niños están deseando cantar el villancico. Ha vuelto
a cobrar mucho protagonismo, la música, en este colegio. Y para mí eso ya es el
mayor premio.
Y lo que se lleven ellos.
E incluso, para mí, el mayor premio
sería que, cuando ellos sean mayores, a lo mejor Pedro sea Don Francisco. Para
mí, eso sería el mayor logro.
No te quiero robar más tiempo, sabemos la inmensa suerte que tenemos de
contar contigo en nuestro cole y queremos darte de nuevo las gracias. ¿Qué me
dejo en el tintero? ¿Quieres añadirnos algo más?
No. Que estoy muy agradecido, de
verdad, por todo lo que habéis hecho y por haber pensado en mí. Para mí es un
orgullo porque yo, vamos, a este colegio, sabéis que lo amo.