Llevamos dos años como comunidad de aprendizaje. Somos muy chiquinines pero seguimos trabajando para continuar creciendo y desarrollándonos.
Cada vez, contamos con más miembros de la comunidad que colaboran con nosotros para construir nuestro proyecto participando en grupos interactivos, en lecturas acompañadas, en comisiones, “deshaciendo todo género de agravio, y poniéndose en ocasiones y peligros donde, acabándolos, cobrase eterno nombre y fama”. (Permítame Don Miguel de Cervantes el préstamo, pero no tenía mejor manera de describir a nuestros valientes hidalgos).
Muchas personas habéis manifestado en multitud de ocasiones vuestro interés por formar parte activa del sueño y nos habéis trasladado la rabia de no poder hacerlo por, poniendo un ejemplo, incompatibilidad laboral. Ahora es vuestro momento.
Tratamos de dar un impulso a dos actuaciones educativas de éxito y además dar respuesta a aquellos sueños que nacieron al inicio de nuestra comunidad de aprendizaje: Una escuela que permita la formación de familia y profesorado o tener clases por las tardes.
Así que, como manera de extender el tiempo de aprendizaje, queremos retomar la biblioteca tutorizada. Las investigaciones científicas demuestran que incrementan los resultados educativos, ¿qué más defensa merece?
Y además continuar promoviendo la formación de familiares, no sólo para el conocimiento y la participación en las AEE que tan bien llevan a cabo nuestras jefas (de coordinadores y de estudios), sino también dando respuesta a las demandas e intereses que manifestamos las familias.
Hay ofertas para marzo en el horno pero cuéntanos qué, cómo y cuándo necesitas aprender o en qué, cómo y cuándo puedes colaborar.
Históricamente es una queja muy común, por parte de las familias hacia las instituciones escolares, que la escuela no prepara para la vida, que es como un simulacro artificial, o peor, una fábrica de hacer consumidores o trabajadores sumisos sin juicio crítico ni voluntad.
Lo expresan fenomenal Fito & Fitipaldis en su canción “La casa por el tejado”:
El colegio poco me enseño.....si es por esos libros, nunca aprendo:
a coger el cielo con las manos,
a reír y a llorar lo que te canto,
a coser mi alma rota,
a perder el miedo a quedar como un idiota,
y a empezar la casa por el tejado,
a poder dormir cuando tú no estás a mi lado.
Menos mal que fui un poco granuja.
Todo lo que sé me lo enseñó una bruja.
Fito & Fitipaldis (2003) Lo más lejos a tu lado.
Igual de bien lo traslada el gran Frato en 1970 con esta viñeta “La máquina de la escuela”
Nuestro colegio, con gran esfuerzo y trabajo, nos está demostrando, cada vez más y mejor, que esta imagen de la escuela, afortunadamente, se está quedando obsoleta y que es posible tener una escuela que se escapa de sus muros y sale a la realidad.
Es muy importante tener en cuenta que otro gran elemento de la vida de nuestros peques somos ¡nosotros!. Entonces nos encontramos con la siguiente ecuación:
Por un lado queremos que en el cole, nuestros hijos e hijas, reciban preparación para la vida de una manera natural, ofreciéndoles herramientas y elementos para el conocimiento, interacción, e incluso la transformación crítica de su entorno, de su realidad, de sus vidas.
Por otro la escuela nos invita y nos anima a pasar.
Y por último nosotros nos hacemos cargo de esta invitación y entramos a participar, a intervenir, a colaborar.
El resultado es que la escuela se amplía, se expande y da cabida a todos y cada uno de los escenarios de los que la conformamos. Pero además, nosotros también nos contagiamos un poco del cole. Entendemos sus códigos, su lenguaje, la importancia de ciertas cosas que nos pueden parecer superfluas y logramos espacios comunes en los que dialogar, compartir y crecer.
Si participas en nuestro proyecto común, estarás ofreciendo tu particular manera de ser, de actuar, de comunicarte, de relacionarte con el mundo... Y esa peculiar manera tuya, tan valiosa, solo puedes brindárnosla tú y la necesitamos para poder enriquecernos todos porque a día de hoy no contamos con nadie como tú (y mira que contamos con gente excepcional...)
Date cuenta de que en las relaciones humanas todos somos distintos; nos comportamos de diversas maneras, gestionamos los conflictos, nos emocionamos según nuestra particular manera de ser, recibimos y damos de manera diferente... Posiblemente haya un niño en el cole al que ni profesores, ni compañeros, ni otros colaboradores, consigamos llegar como puedes hacerlo tú.
Nuestro sueño compartido necesita de tus manos. Nuestra utopía es factible con tu ayuda porque, además, así será como comprobarás con tus propios ojos, y con tu propio corazón, que esto no son solo palabras, que el proyecto que nos mueve cambia vidas y puede transformar nuestro mundo.
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